La Secretaría de Economía (SE) deberá anunciar hoy o a más tardar mañana la eliminación de los aranceles de entre 15 y 25 por ciento a 97 productos agropecuarios, siderúrgicos e industriales importados de Estados Unidos, impuestos en junio de 2018 en represalia a los que ese país aplicó entonces al acero y el aluminio mexicanos, pero cuya anulación se logró en un acuerdo alcanzado el viernes pasado, aseguró Jesús Seade Kuri, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Todavía no se ha levantado nada. El compromiso fue que se hiciera dos días después del anuncio sobre el acero y el aluminio. Ya se lo pedí a la secretaria de Economía (Graciela Márquez), ya lo habíamos acordado, y se va a hacer entre lunes y martes. Será con retroactividad, es decir, los aranceles dejaron de estar vigentes desde el mediodía del domingo, explicó.
Consideró que con la eliminación de los gravámenes a productos estadunidenses crecerá el apoyo de varios sectores y legisladores del país vecino para que el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sea aprobado cuanto antes.
En entrevista, advirtió que, resuelto el tema de los aranceles, el tema laboral es el único en que detecta críticas y objeciones de algunos legisladores y sectores productivos estadunidenses para aprobar el T-MEC, aun cuando desde el 2 de mayo los mexicanos ya cuentan con una nueva legislación en la materia.
En Estados Unidos, dijo, cuestionan dónde está el presupuesto para su ejecución y cómo se va a aplicar, pero agregó que todo ha sido un problema de comunicación, porque con el cabildeo y reuniones permanentes que ha logrado en semanas recientes con representantes legislativos y sindicales de Estados Unidos, se ha logrado cambiar su percepción.
Seade vislumbró dos escenarios para la aprobación del T-MEC: Mi plan A es que el acuerdo sea ratificado por ambas cámaras en julio, antes del receso legislativo estadunidense de agosto, y mi plan B es que sólo la Cámara de Representantes lo apruebe y el Senado lo haga en septiembre u octubre.
Sobre la negociación de las tarifas al acero y el aluminio, aseveró que México no dio nada a Estados Unidos a cambio de que aceptara quitarlas. Sencillamente, dijo, representantes de ambos gobiernos se sentaron a negociar y se alcanzó el libre comercio, ya que incluso México logró echar atrás las cuotas o cupos para limitar el volumen de las exportaciones que Estados Unidos pretendía imponer.
Trato de verdaderos socios
Logramos que se nos diera un trato de verdaderos socios, sin cuotas y sin ninguna concesión secreta. Lo único que se acordó es llevar a cabo un monitoreo para evitar la triangulación de exportaciones de acero de otros países, como China, Corea e incluso Europa, dijo.
Por alguna razón, apuntó, “no hubo negociación en los pasados 11 meses, no hubo esfuerzos serios. Mi impresión es que tampoco Canadá había avanzado nada. Había quejas unilaterales. México decía: ‘los aranceles al acero se tienen que levantar’, pero nada más. Así que en lugar de gritar o quejarse desde lejos, nos sentamos a negociar de manera muy intensa durante dos semanas y pico. Y ahora creo que todo mundo está satisfecho”.
El funcionario negó tener roces o haber desplazado a la secretaria de Economía, Graciela Márquez, de ésta u otras negociaciones comerciales con Estados Unidos. El presidente Andrés Manuel López Obrador fue el que decidió esto. Le quiso meter nuevos aires al asunto, indicó.
–¿No sería mejor quedarse a cargo de la SE?
–Eso, seguro, no sería mejor. Estamos bien donde estamos. Estoy muy contento con el canciller Marcelo Ebrard. Son asuntos muy temporales y coyunturales. El del acero ya salió en dos semanas, el del T-MEC esperemos que salga en dos meses y medio, a finales de julio o antes.
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