Los productores de tomate en Baja California, que en el 2018 exportaron a los Estados Unidos 107 mil 297 toneladas de tomate rojo de alta calidad con un valor de 70.6 millones de dólares, están pagando el arancel de 17.5% que de manera unilateral aplica, desde el pasado 7 de mayo, el gobierno de Trump.

Esto en espera de que las negociaciones que los productores y el gobierno mexicano iniciaron con los comisionados de Comercio Internacional de los Estados Unidos, fructifiquen y con ello recuperar con intereses las cuotas compensatorias que se están depositando -a título de garantía- en las aduanas fronterizas del vecino país que colindan con Baja California.

Las medidas están contenidas en un memorándum interno del Consejo Agrícola de Baja California que recomienda a sus agremiados productores de tomate, a cumplir estrictamente con la medida que dictó, el pasado 6 de mayo, el Departamento de Comercio estadounidense y que elimina el Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping a las Exportaciones Mexicanas de Tomate.

El organismo que preside Salvador García Valdez, recordó que la tramitología para realizar exportaciones de tomate al mercado estadounidense es “muy compleja” e impone “sanciones severas” a quien aporte datos falsos a su petición, por lo que recomendó a los interesados buscar asesoría legal especializada para ahorrar tiempo y evitar multas.

No pasa por alto señalar que el pago adicional provocará un costo anual de 350 millones de dólares para los exportadores de México, además de un incremento en el precio de venta en los Estados Unidos, lo que perjudica al consumidor estadounidense.

Al respecto, cuando en agosto del 2012 el “Florida Tomato Exchange” solicitó al Departamento de Comercio de los Estados Unidos suspender el acuerdo bilateral que éste tiene con los productores de tomate de México, siete organizaciones mexicanas -entre ellos el Consejo Agrícola de Baja California, la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, el Caades de Sinaloa, la Confederación Nacional de Productores de Hortalizas y el Sistema Producto Tomate de México- destacaron que eliminar el pacto tendría “un enorme impacto negativo en las industrias en ambos lados de la frontera, y el precio se incrementará de manera significativa para los consumidores estadounidenses”.

El entonces Vicepresidente de Comercio Exterior del Consejo Nacional Agropecuario y actual Secretario de Fomento Agropecuario del gobierno de Baja California, Manuel Valladolid Seamanduras, afirmó:

“Las presiones económicas de los agricultores de la Florida son producto de sus propias acciones y limitaciones. En lugar de innovar y evolucionar, como lo ha hecho todo el mundo, se basan en una tecnología obsoleta y siembran variedades de tomate que ya no son populares entre los consumidores de Estados Unidos.”

Asimismo, aseguró que la industria mexicana del tomate ha invertido en tecnología, se ha reconvertido en diversas zonas de siembra, y ha cultivado una mayor selección de variedades de tomate “que se distinguen como más sabrosas y más atractivas para los consumidores”.

Valladolid se refería al avance que los productores bajacalifornianos han logrado en los últimos 30 años: Actualmente, de acuerdo con cifras de Fomento Agropecuario y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, más del 80 por ciento de la producción de tomate rojo de exportación en Baja California se produce en invernaderos que incluyen el uso de 25 plantas desalinizadoras de agua de mar y pozos tan solo en el valle de San Quintín, la principal zona tomatera del estado.

Además, de acuerdo con Walberto Solorio Meza, director de la empresa Heirlom Farm, en 2018 el valle de Maneadero (5 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada) y La Paz, Todos Santos y Vizcaíno -Baja California Sur-, anualmente se producen entre 200 mil a 250 mil toneladas anuales de tomate Heirlom.

Esta fruta, también conocida como “Reliquia” o “de Herencia” porque su semilla nunca ha sido modificada genéticamente, tiene una alta demanda de los chefs de alta cocina en Estados Unidos, Europa y Asia debido a su sabor y variedad de colores y presentación, por lo que generan ingresos anuales promedio de 8 millones de dólares en la entidad.

Finalmente, por lo que respecta al tomate rojo tradicional, Baja California produjo en los dos últimos ciclos agrícolas un total de 134 mil 122 toneladas, con un valor global de mil 722 millones de pesos y que da empleo a 42 mil personas al año.


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