Encontrar al agente aduanal adecuado puede ser el primer paso para repetir una historia de éxito como la de los aguacates en Estados Unidos.

El gran protagonista en el Súper Bowl de Estados Unidos es el aguacate mexicano. En esta fecha se vuelven a conocer las cifras del éxito de los productores mexicanos, que han colocado esa fruta como la botana favorita del máximo evento deportivo en la Unión Americana. En unas cuantas semanas, México exporta a ese país más de 30,000 toneladas de aguacate para que sirvan de botana en las finales del futbol americano y la historia de ese éxito está muy ligada a que los exportadores encontraron al agente aduanal adecuado. ¿Cuál será el producto mexicano que repita esa hazaña?

El aguacate mexicano estuvo prohibido en Estados Unidos durante la mayor parte del siglo pasado. Apenas en 1996 un grupo de exportadores empezó las gestiones para eliminar las barreras. En aquel entonces, Fernando Mauro Barrenechea, un empresario de Tamaulipas, cuya familia tenía una agencia aduanal, empezó a visitar a varios productores de aguacate en Michoacán.

Barrenechea estudió las restricciones y los acompañó en el cabildeo con autoridades estadounidenses para modificarlas. También entendió los retos de logística que iba a traer la exportación de esa fruta. Por ejemplo, encontró que el tiempo de anaquel del aguacate es mucho más corto que el de otras frutas, por lo que había que pensar en cadenas de frío y en formas de empaque que lo protegieran.

Para noviembre de 1997 se logró la primera exportación de aguacate a Estados Unidos, una operación realizada por la Agencia Aduanal Barrenechea Sucesores, SC. La agencia no se limitó a entender las regulaciones que ya existían, sino que apoyó a los empresarios para que las conocieran mejor y pudieran así hacer propuestas para que se cambiaran.

Las exportaciones se abrieron poco a poco. Primero se aceptó la entrada de aguacate mexicano a 19 estados de la Unión Americana, y limitado a una temporada anual, de noviembre a febrero; luego se permitió la exportación a 12 estados más durante todo el año y a partir de 2005 a todo el territorio continental de Estados Unidos. La primera exportación de aguacates mexicanos a California salió de Michoacán el 2 de febrero de 2005, con lo que terminaron 93 años de veto.

En solo dos décadas, el consumo promedio de un estadounidense pasó de medio kilo de aguacate al año a 3.2 kilos, de acuerdo con el diario The New York Times. La mayor parte de ese consumo es de aguacates mexicanos.

Los agentes aduanales han acompañado el éxito de las exportaciones. Como explica Luis Viñals, el agente aduanal de dos de las principales empresas exportadoras de aguacate a Estados Unidos, los productores tienen que dedicarse a producir, no a realizar trámites en las fronteras o a vigilar toda la cadena de logística. Su agencia aduanal, asociada con Barrenechea, ayuda a los exportadores con toda la cadena: encontrar los transportistas adecuados, asegurar que el empaque tenga la calidad necesaria y, por supuesto, cumplir las regulaciones en las aduanas estadounidenses y pagar los impuestos debidos.

“Un agente aduanal es como un médico”, explica René Conde, agente aduanal de Guadalajara, “hace un diagnóstico de las regulaciones que deben cumplirse”. El agente debe informar a su cliente cuáles son las normas que tiene que cumplir cada mercancía y qué regulaciones hay en cada país. Y además de ese conocimiento, también lo apoya en el traslado de las mercancías.

“Hay que saber de comercio exterior, tener una bodega de tecnología de punta para recibir camiones, hablar con la aduana estadounidense, tenemos una oficina que solamente se dedica al despacho de aguacates”, dice Viñals.

El agente aduanal necesita tecnología para manejar la información: desde el conocimiento de los acuerdos comerciales hasta las regulaciones específicas para cada producto. Y eso lo está resolviendo con una suite de información que desarrolla la máxima organización de agentes aduanales, la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM).

Así, pueden aplicar los conocimientos para acompañar a la próxima estrella de las importaciones o de las exportaciones de México. Por lo pronto, ¿ya tienen listo el guacamole para el próximo Súper Bowl?

Categorías: Comercio Exterior

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