Desde hace 20 años México ha tenido la oportunidad y el potencial para atraer más inversiones de China, así como de exportar a Estados Unidos o a ese país productos que ambas naciones comercian entre sí, pero no lo ha hecho.
Así que resulta iluso pensar que con la guerra comercial que protagonizan ambas naciones México ganará de inmediato y automáticamente mercado e inversiones, aseveró Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Está muy de moda entre altos funcionarios del gobierno de México e incluso líderes de la iniciativa privada declarar que el país puede beneficiarse de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, como si fuera por arte de magia. Eso me parece ridículo y no se verifica empíricamente, aseveró el investigador.
Lo que hoy se vive, explicó, es la competencia entre las dos economías más grandes del mundo, que juntas concentran 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial. Pelean quién va a tener el liderazgo en innovaciones y en cientos de cadenas globales de valor específicas, como las de telecomunicaciones, autopartes, automotriz, electrónica e infraestructura.
Incluso, advirtió que es la punta del iceberg a la que el planeta tendrá que acostumbrarse en los siguientes años o décadas, afectando otros ámbitos, como el militar.
En algunos casos China tiene el liderazgo y en otros Estados Unidos. Por eso se están dando con tubo y a la cabeza, con controles de exportaciones y persecuciones del gobierno del presidente Donald Trump contra 10 empresas específicas de China, como Huawei, que es la más famosa, pero no es la única, indicó.
México, dijo, pudiera beneficiarse de una mayor inversión estadunidense y, sobre todo, de la china, pero siempre y cuando hubiera estrategia, esfuerzo puntual y campañas para explicar a empresas del país asiático que iban a invertir en Estados Unidos por qué México puede convenirles. No hay automatismos. Si no se hace esa labor con iniciativas específicas, esas compañías pueden invertir en cualquier otro país. De la A a la Z, de Argentina a Zambia, hay 200 países interesados en las inversiones chinas y en medio está la M de México.
El potencial de la inversión china en México no se ha realizado, porque “ni los chinos entienden qué es México ni México ha sabido explicar por qué puede ser de interés.
Así, mientras autoridades y empresarios no concreten una estrategia seguiremos en el potencial.
El investigador sostuvo que los hechos demuestran que aunque las inversiones chinas en Estados Unidos se desplomaron 80 por ciento desde 2018 y lo que va de 2019, no ha ocurrido lo mismo con las inversiones estadunidenses en China.
Así que esos capitales que China dejó de invertir en Estados Unidos han ido a parar no sé adónde, pero a México no han llegado, ni en 2019, pero tampoco en el sexenio pasado, sentenció.
Desde hace 15 años China es el segundo socio comercial de México, sólo superado por Estados Unidos. Sin embargo, las importaciones de productos chinos superan 11 veces las exportaciones mexicanas, ya que las primeras rozan 80 mil millones de dólares contra 7 mil millones de las segundas.
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