La agrupación ‘Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc de MexCAT’ afirmó que no respalda la oferta en su forma actual.
Un grupo de tenedores de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cuya construcción está en vías de cancelación por parte del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo este lunes que ahora representa más del 50 por ciento del monto total de la emisión por 6 mil millones de dólares y reiteró que no respalda el plan de recompra de deuda.
El grupo de bonistas autodenominado como Grupo de Tenedores de Bonos de MexCAT dijo la semana pasada que tenía más del 50 por ciento de al menos una de las series de los bonos, y este lunes dijo que se le añadió otro grupo de tenedores de bonos con lo que, afirma, poseen más del 50 por ciento de los seis mil millones.
El grupo Ad Hoc está representados por Hogan Lovells y el nuevo bloque de bonistas está en contacto con la misma firma legal.
“El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc de MexCAT, formado por un grupo de grandes instituciones internacionales de inversión, no puede respaldar la oferta de compra y la solicitud de consentimiento de MexCAT en su forma actual”, indicó a través de un comunicado.
Hace una semana, México lanzó una oferta de recompra por mil 800 millones de dólares en bonos, a través del Fideicomiso del NAIM, lo que inicialmente causó alivio entre los inversores aunque algunos se mostraron reticentes a la propuesta.
La semana pasada se dio a conocer que los inversionistas del proyecto aeroportuario previsto en la Ciudad de México quieren mucho más del Gobierno de López Obrador antes de aceptar su oferta de recompra de bonos.
Una garantía federal explícita de honrar la deuda ayudaría a resolver los problemas, según conversaciones con más de media docena de tenedores de bonos, quienes solicitaron no revelar su identidad.
De no ser así, la administración federal debería acceder a una recompra más grande u ofrecer una mayor compensación a los inversionistas que mantengan las notas y estén dispuestos a renunciar a los términos establecidos cuando se vendieron los bonos, aseguraron los entrevistados.
“El principal problema con esta oferta es que no da nada a cambio de lo que pide”, afirmó Sebastian Salvay, analista de la agencia de bolsa TPCG en Olivos, Argentina, quien cubre bonos corporativos de América Latina.
“Idealmente, el Gobierno debería reformular la propuesta y agregar garantías. El valor de 90 es justo, pero necesita una garantía del Gobierno”.
La oferta sería mucho más atractiva si la administración federal estuviera dispuesta a recomprar el monto total de los bonos vigentes, en lugar de menos de un tercio, según los inversionistas.
Algunos inversores afirmaron que podrían verse tentados si un nuevo bono incluyera una garantía explícita. En cualquier caso, se necesitaría que Gobierno actual se siente a la mesa de negociación.
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