En dos semanas México podría conocer la propuesta final de la negociación entre la Casa Blanca y el Congreso, la cual tendrá que ser negociada con México y Canadá, afirmó el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Jesús Seade.
Entre los logros más relevantes que vamos a ver, dijo, está el tema de Solución de Controversias (capítulo 20 del TLCAN y del T-MEC). Desde el TLCAN “teníamos una pata rota en la mesa de resolución de controversias, que no se logró corregir hace 25 años, ni tampoco en la negociación del T-MEC”. Pero ahora, gracias a las presiones del Congreso, tendremos un acuerdo mejorado en este capítulo, el cual garantice que, a petición de una de las partes signatarias del Tratado, haya confianza en que se pueda formar un panel para resolver cualquier conflicto que surja, explicó.
“Nos llevó 25 años llegar a este punto central en el nuevo tratado. Este importante tema, que tenía una pata rota se va a mejorar de manera importante”, dijo Seade, orgulloso porque es uno de sus logros como negociador ya de la 4T.
El subsecretario de la SRE y negociador comercial para América del Norte dice que ha estado acompañando la negociación entre el USTR, a cargo de Robert Lighthizer, y la Cámara de Representantes, que encabeza Nancy Pelosi, para llegar pronto, quizás en un par de semanas, a un texto final que pueda ser negociado por las tres partes.
Sin ser un actor directo de la negociación entre la administración Trump y el Congreso, Seade ha estado muy cerca para empujarla, diciendo qué funciona y qué no funciona, y explorando enfoques alternativos en temas importantes que en la forma propuesta no prosperan. La negociación arrancó con muchas y muy diversas propuestas empujadas por los demócratas, muchas de las cuales en las últimas semanas se han ido disipando por inaceptables.
“Hubo temas que quedaron atrás, como los controles en frontera de nuestras exportaciones, que algunos legisladores proponían y que no es operativo para el volumen de comercio exterior que tenemos entre los dos países”, argumentó el funcionario.
Algo que no está resuelto son las inspecciones laborales en empresas orientadas al comercio exterior, con propuestas que pretenden poner un pie más allá de su frontera. “En eso el gobierno de México ha sido muy claro: hay prácticas que no podemos permitir ni vamos a aceptar”, aseveró Seade.
Puso énfasis en que en el T-MEC habrá mejoras sustantivas de lo que se tenía hace un año. “El tratado como tal no necesita abrirse y los cambios que se acuerden se manejarán por los tres países como un adéndum a lo que ya conocemos. En dicho agregado se incorpora el tema de solución de controversias”, concluyó.
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