La titular de la Secretaría de Economía explicó la revisión a la que serán sometidas las negociaciones con EUA para evitar imposición de aranceles.
“EUA es la economía más grande del mundo hasta ahora y México es el primer socio comercial, por lo que nuestra relación económica es de las más extensas del mundo, por eso no es de extrañar que haya diferencias”, mencionó el canciller Marcelo Ebrard durante la conferencia matutina con medios.
Por su parte, la titular de la Secretaria de Economía (SE), Graciela Márquez, destacó que Donald Trump tiene una política más proteccionista, lo cual lo llevó a imponer aranceles al acero y aluminio a otros países, excluyendo a Canadá y a México tras varios días de negociación.
Mencionó que el intercambio comercial es tan amplio en ambos países, que se necesitó tomar en cuenta los mecanismos que existen para resolver las diferencias entre naciones, como la investigación de prácticas comerciales desleales mediante la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales.
Esta extensión de la Secretaría de Economía (SE) se encarga de estudiar las negociaciones y determinar cuáles son las que hacen daño a las estructuras, y en caso de que una resulte más dañada que la otra se requerirá imponer aranceles para compensar el daño, sin que esto signifique una guerra comercial entre países.
Tras la explicación del proceso de investigación por el que pasarán las negociaciones entre EUA y México, la titular de la SE destacó que el 19 de noviembre, el Departamento de Comercio deberá definir si existen prácticas comerciales irregulares de otros países hacia México o empresas que hacen negociaciones para reducir impuestos, y que en caso de que se hallen subvenciones, entraría la Comisión de Comercio Internacional (ETC).
Este organismo tendrá 45 días para corroborar que los subsidios que ya aprobó el Departamento de Comercio, podrían o no generar daños a los productores de EUA, lo cual se determinaría el 2 de enero de 2020.
También señaló que continuará la investigación para determinar qué acciones comerciales afectan la economía mexicana para encontrar un equilibrio para la compleja relación entre ambos países en cuanto a los aranceles al aluminio y al acero.
Sobre los aranceles al tomate, mencionó que las revisiones que se han aplicado a tomateros mexicanos, han sido intransigentes debido a la rigidez con la que se ordenó llevar a cabo la revisión al 100% de los embarques de tomate en la frontera.
Dado a la firme postura de Norteamérica la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida y el Consejo Nacionalagropecuario, presentaron un amparo en la Corte de Comercio Internacional de EUA para protegerse de la imposición de medidas arancelarias provisionales.
Pese a esto, en junio fue rechazado el amparo, por lo que se buscará que los tomateros demuestren con evidencia que entre sus prácticas no existe el ‘dumping’, que consiste en vender un producto por debajo de su precio normal para eliminar la competencia en el mercado.
“Tras haber presentado toda la evidencia, será posible entonces un acuerdo de suspensión arancelaria”, mencionó la titular de la SE y destacó que la fecha para presentar la resolución es este 19 de septiembre.
Uno de cada dos tomates que se consume en EUA, es mexicano y alcanza una cifra estimada de venta de 2 mil millones de dólares, mientras que el 95% del tomate mexicano que se exporta, encuentra la venta en Norteamérica debido a que el mercado está abastecido de las variedades que buscan los consumidores.
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