Desde 2014, año en que se realizó el primer estudio del IMD sobre talentos, México se ha situado en el tercio más bajo de las 63 economías que se incluyen en el informe. Debutando en la posición 45 del ranking en 2013, México ha perdido desde entonces 18 posiciones, ubicándose en 2018 en el lugar 61, apenas antes que Mongolia y Venezuela.}
En lo que respecta a desarrollar, atraer, y retener a los mejores talentos del mercado laboral —capital humano de alta capacitación, educación y especialización—, el mercado laboral de México ocupa el penúltimo lugar en América Latina y el antepenúltimo a nivel global en el World Talent Ranking 2018, informe realizado por la escuela de negocios International Institute for Management Development (IMD), con sede en Lausana, Suiza.
Desde 2014, año en que se realizó el primer estudio del IMD sobre talentos, México se ha situado en el tercio más bajo de las 63 economías que se incluyen en el informe. Debutando en la posición 45 del ranking en 2013, México ha perdido desde entonces 18 posiciones, ubicándose en 2018 en el lugar 61, apenas antes que Mongolia y Venezuela.
Inversión y desarrollo, entre los más bajos
Para lograr este resultado, México —la economía número 15 del mundo por su producto interno bruto (PIB) de 1,149,919 millones de dólares— presenta bajos niveles de inversión pública en educación (3.4 por ciento del PIB, posición 54 entre los 63 países) y de gasto por estudiante (16.3 por ciento del PIB per cápita, que asciende a 8,902.83 dólares; Chipre invierte 39.1 por ciento de su PIB per cápita), así como una planta de maestros insuficiente para dar cobertura al número de estudiantes en los niveles de primaria y secundaria. El estudio también calificó bajo al país en capacitación de empleados, el porcentaje de mujeres en el mercado laboral y la cobertura del sistema de salud.
Mercado laboral, expulsor de talento
El mercado laboral mexicano también exhibe un pobre desempeño World Talent Ranking 2018. En el indicador del estudio que examina la capacidad de atraer y retener al talento laboral, México obtuvo las más bajas puntuaciones en cuanto a garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes, bajos salarios, calidad de vida y en la vocación de las empresas por atraer y retener a los empleados más capacitados, condiciones que tienen como consecuencia la fuga de cerebros del país.
En lo que toca a las personas con altos coeficientes, en una entrevista dada en 2017 a El Economista, el doctor Andrew Almazán Anaya, director del Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (CEDAT), dijo que del 2000 al 2015 medio millón de jóvenes sobredotados dejaron México para emigrar a países que les ofrecieron alternativas de desarrollo, tanto educativas, como laborales. Almazán Anaya apuntó sobre este fenómeno que al final el problema es que el país va perdiendo posibilidades de desarrollo con la expulsión de las personas con altas capacidades por la ausencia de oportunidades para ellos en el país.
Y las condiciones laborales no son mejores. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, en México sólo 4 de cada 100 trabajadores perciben más de cinco salarios mínimos (13,254 pesos mensuales). A esto se suma que 55 por ciento de los trabajadores mexicanos de todos los niveles de ingreso no cuentan con prestaciones laborales.
Sin capacitación de personal
En sintonía con los dos indicadores previos de la World Talent Ranking 2018, la fuerza laboral de México obtuvo bajas evaluaciones. Con un sistema educativo que adolece de enfoque en las ciencias, que desarrolla precariamente las habilidades de lenguaje y bajos resultados en la prueba PISA, la preparación de los habitantes para el mercado laboral recibe puntuaciones que la ubican en la quinta parte más baja de los 63 países evaluados. Quienes se integran al sector laboral, lo hacen con bajas puntuaciones en las capacidades necesarias para el sector financiero y de negocios.
En la edición del año anterior, México se situó en la posición 56, que en relación a la posición de 2018, implica un descenso de cinco posiciones. El desempeño de México en el ranking es similar en América Latina al de Colombia y Brasil, posiciones 60 y 58 del World Talent Ranking 2018. Argentina, Chile y Perú, al contrario, ascendieron posiciones este año con respecto al listado previo. Argentina pasa del lugar 50 del 2017 al 47, Chile del 44 al 43 y Perú del 57 al 52.
Ranking global
Canadá y Estados Unidos, países del continente americano con los que México tiene un acuerdo de libre comercio —el T-MEC— que está en fase de aprobación por los congresos locales, se ubican entre los 15 países del mundo con las mejores puntuaciones obtenidas en el estudio del IMD sobre la gestión del capital humano. Canadá está en la posición sexta, y es el único país del continente americano en el grupo de los 10 primeros lugares, que es dominado por naciones de Europa Occidental. Estados Unidos logra la posición 12, y avanza cuatro posiciones con respecto al ranking de 2017, cuando se colocó en el lugar 16.
A nivel global, Suiza, logró la posición uno en el estudio de IMD sobre la gestión del talento en el mercado laboral, lugar que ha mantenido en todas las ediciones realizadas del estudio. Le siguen Noruega, Austria y Holanda. Noruega se une a los tres primeros lugares en el ranking 2018, avanzando cuatro posiciones respecto al año pasado, gracias a una mejora en el gasto público en educación y la preparación de su grupo de talentos. Como ya se mencionó, Canadá se ubicó en la posición 6, y Finlandia (7 ), Suecia (8), Luxemburgo (9) y Alemania (10) completan el top 10.
“Este año, los países más exitosos en competitividad de talentos son principalmente economías europeas de tamaño medio. Además, estos países comparten altos niveles de inversión en educación y calidad de vida“, afirma Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial del IMD en el estudio.
Sobre la pertinencia de este estudio paras las naciones comprendidas en el mismo, el directivo del IMD apunta: “Cultivar una fuerza laboral capacitada y educada es crucial para fortalecer la competitividad y lograr la prosperidad a largo plazo, en particular en el actual paisaje dinámico donde la inteligencia artificial, la robótica y otras nuevas tecnologías redefinen constantemente los desafíos que los gobiernos, las empresas y la sociedad en general tendrán que enfrentar en el futuro”, concluye Bris.
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