Los discursos de los presidentes entrantes de las dos economías más importantes de América Latina surten efecto en los inversionistas de forma opuesta.

uando se acerca el inicio de los gobiernos populistas que asumen el poder en las dos economías más grandes de América Latina, los opuestos comentarios de los presidentes entrantes están haciendo que el dinero se traslade desde México hacia Brasil.

Los inversionistas agregaron la semana pasada 367 millones de dólares a fondos estadounidenses que cotizan en bolsa que siguen acciones y bonos brasileños, la mayor entrada desde mayo de 2017.

El único país de los mercados emergentes que registró salidas durante ese período fue México, donde se retiraron 214 millones de dólares de fondos que cotizan en bolsa dedicados a los activos de ese país.

Los activos mexicanos han tenido un rendimiento inferior al de sus pares desde que el presidente entrante, Andrés Manuel López Obrador, confirmó la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco que estaba parcialmente construido, mientras que su partido posteriormente anunció propuestas para reducir las comisiones bancarias.

Sin embargo, es posible que López Obrador no sea el único factor que haga caer los activos mexicanos.

El presidente entrante de Brasil, Jair Bolsonaro, le está empezando a agradar a los inversionistas en medio de sus planes para vender compañías estatales, reformar el sistema de pensiones y reducir el déficit fiscal, lo que podría atraer fondos de otros mercados emergentes.

“Nuestra ponderación superior para México se redujo naturalmente para dejar en la cartera espacio para países como Brasil”, dijo Raphael Marechal, gerente de cartera de deuda de mercados emergentes de Nikko Asset Management en Londres.

El peso mexicano y su índice de acciones de referencia son los de peor desempeño entre los mercados emergentes en el último mes.

Los activos extendían su caída este lunes luego de que Morena respaldara la iniciativa presentada por Ricardo Monreal en el Senado de reducir las comisiones bancarias, a pesar de una declaración de López Obrador que señalaba que no habría cambios en la ley bancaria en los próximos tres años.

El presidente entrante de Brasil, por otro lado, ha desencadenado un gran repunte en los mercados financieros. El entusiasmo se extiende a los ejecutivos bancarios que ven una bonanza por delante si el presidente electo hace lo necesario por arreglar la economía.

“AMLO y su equipo técnico necesitan ser más proactivos y enviar el mensaje correcto y coherente para reducir la incertidumbre en cuanto a las políticas”, dijo Bertrand Delgado, estratega de Société Générale en Nueva York. “De lo contrario, su primer año en el Gobierno podría ser innecesariamente difícil”.


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