La apertura comercial de México tuvo un proceso gradual de alrededor de 30 años (1970–2000) para cambiar de un modelo basado en la sustitución de importaciones para apuntar en la actualidad hacia un modelo orientado al desarrollo exportador.
En ese sentido, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con entrada en vigor el primero de enero de 1994, sentó las bases de la globalización económica de nuestro país. Sin embargo, la apertura comercial de México va más allá del TLCAN, y vale la pena mencionar que en la actualidad contamos con una red de 13 tratados de libre comercio que nos otorgan preferencias arancelarias con 52 países.
Dentro de la amplia red de tratados comerciales con los que cuenta nuestra nación se pueden abarcar distintas regiones en el mundo, por ejemplo, en Asia contamos con el acuerdo comercial con Japón y el recién ratificado Tratado Estratégico Transpacífico (TPP) con acceso a seis nuevos mercados; en Oriente próximo el tratado con Israel, en Centroamérica el tratado con Panamá, en Sudamérica tenemos tratados con Uruguay, Chile, Perú y Colombia, y finalmente el bloque europeo, que comprende a los países del TLCUEM (28 países) y a los países del AELC (Islandia, Dinamarca, Suiza y Liechtenstein).
En el caso particular del TLCUEM (Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México) es importante mencionar que este bloque europeo se encuentra conformado por 28 países, dentro de los cuales destacan economías muy interesantes como lo son Alemania, Inglaterra, España, Francia, Italia o Polonia por mencionar algunas.
No obstante, al analizar la balanza comercial entre las importaciones y exportaciones realizadas con ese bloque comercial, México tiene un déficit considerable (cuatro mil 408 millones de dólares).
Respecto a los productos más exportados de México a la Unión Europea encontramos lo siguientes: aguacate, cerveza malta (valor anual de 156 millones de dólares), trigo duro, café sin tostar o descafeinar, miel natural, jugo de naranja, vainilla, canela, piñas guayabas, mangos, cocos, nueces, entre otros. En otras palabras, el campo y la agroindustria mexicana tienen amplias posibilidades en el mercado europeo. De igual forma, existen otros sectores industriales que podrían llegar a tener oportunidades de exportación en el mercado de Europa. A continuación, se presentan las siguientes áreas de ventaja:
Logística y transporte
Una de las principales razones por las cuales Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y que alrededor del 80% de nuestras exportaciones tienen como destino el mercado de Norteamérica, es sencillamente por la geografía y la cercanía con uno de los mercados más grandes del mundo, ya que compartimos más de tres mil kilómetros de frontera con nuestro vecino del norte.
En el caso de Europa debemos promover el uso de las rutas marítimas y de las conexiones entre puertos europeos con puertos nacionales, por citar algunos ejemplos, el puerto de Veracruz cuenta con conexiones marítimas con los puertos de Bremen, Hamburgo, Amberes, El Havre, Rotterdam, Barcelona, entre otros. Mayores volúmenes de carga a través del mar nos darían una optimización en tiempos y costos.
Reglas de origen
Por definición, las reglas de origen son aquellos criterios con los que debe de contar una mercancía para ser considerada originaría de cierto un país o región. Retomando el caso del TLCAN, encontramos en el artículo 401 del tratado todo lo relativo a los bienes originarios, y al cumplir con las reglas de origen las mercancías pueden obtener un documento que acredite su procedencia y por ende exentar los impuestos de comercio exterior, este documento es conocido como “certificado de origen”.
Otras áreas de oportunidades que se debe considerar entre los dos tratados comerciales más importantes de México (TLCAN y TLCUEM) para el aumento de las exportaciones, es la facilidad que ofrece Norteamérica para la elaboración de los certificados de origen de libre circulación. Con la modernización del TLCUEM se podría buscar un certificado similar al norteamericano para facilitar el comercio.
Diversificación comercial
El TLCUEM abre una importante puerta para México, ya que le permite a nuestro país diversificar su comercio exterior, mismo concepto aplica en la diversificación de nuestras ventas al exterior (exportaciones), así como de nuestras compras internacionales (importaciones).
Debemos mirar hacia otros mercados mundiales y continuar con la presencia de la marca país México a escala internacional, para continuar competitivos y asegurar a unos de los pilares de la economía del país: El comercio exterior.
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