duardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), advirtió ayer que las modificaciones al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) implican una mayor presión para el sector acerero nacional.
En conferencia de prensa, explicó que ahora hay más presión para cumplir con la regla de 70 por ciento de contenido regional; no obstante, la buena noticia es que si no se logra el objetivo se podrá solicitar una extensión.
Explicó que el cambio esencial con la nueva negociación es que el planchón, insumo clave para fabricar cualquier vehículo, debe ser de la región, cuando hasta ahora puede ser de cualquier parte del mundo.
La modificación es que tiene que ser de la zona después de siete años, pero en el mismo tratado hay una cláusula de revisión a los seis, en la cual se dice que el tratado completo debe entrar en revisión, explicó.
Solís advirtió que esa nueva medida es un problema importante, toda vez que implicará grandes inversiones para las acereras que operan en todo Norteamérica.
La semana pasada los negociadores de México, Estados Unidos y Canadá se reunieron en la capital mexicana para llevar a cabo algunas modificaciones al pacto original.
Ahora, el T-MEC está en espera de ser ratificado por los congresos de las dos naciones vecinas.
Sobre el mal momento que atraviesa la industria automotriz, Solís indicó que se cerrará el año con 31 meses consecutivos a la baja, por lo que insistió en que el gobierno debe dar un empujón con incentivos fiscales.
La estimación de la AMIA era terminar el año con una producción de 3 millones 757 mil y una exportación de 3 millones 357 mil unidades; sin embargo, dado el escenario actual, en el primer rubro se espera una caída de 4 por ciento y en el segundo una de 2.7.
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