Para seguir con el tema del “chapulineo” que se traen los “líderes” de la IP, Gerardo Gutiérrez Candiani, “Gigi” pa los amigos, encabezó durante el sexenio de Peña Nieto a la autoridad federal en materia de desarrollo de las zonas económicas especiales y antes de ese puesto público fue presidente del CCE, de 2012 a 2015 y de la Coparmex de 2009 a 2011.

Este es un ejemplo más de cómo los líderes de las cúpulas empresariales saben aprovechar muy bien esos puestos para utilizarlos como trampolín en sus ansias de novilleros, aunque algunos han llegado a convertirse en verdaderos matadores del presupuesto en la brava y lucrativa fi esta del servicio público.

Ahora sí, lo prometido es deuda, les platico del trafi que que se traen en la Administración General de Aduanas, que depende del SAT y que está a cargo de Ricardo Ahued Bardahuil, quien sustituyó al hoy Sub Secretario de Gobernación, Ricardo Peralta, socio de Jaime Bonilla -gobernador morenista de Baja California- en el jugoso negocio del puerto fronterizo de Tijuana.

Vayámonos por partes, como dijo Jack El Destripador:

Ahued Bardahuil “chapulineó” de la IP al gobierno. En 2003 fue presidente de la Canaco de Xalapa. De 2005 a 2007 fue alcalde de la capital veracruzana; diputado federal de 2009 a 2011 y legislador local de 2013 a 2016. En el 2018 fue electo senador y de ahí brincó al puesto actual como jefe de las aduanas de México.

Pareciera que no le preocupa que -por ejemplo- en la aduana de Tijuana se recaudaron $14,000 millones de pesos durante el 2018 y en el 2019 solamente $13,000 millones de pesos. Esto equivale a un mes perdido, como si las oficinas hubieran estado sin vigilancia y la administradora de ese lugar con los ojos vendados y los empleados atados de manos  por 30 días.

En la de Matamoros se recaudaron en el último año de EPN, $26,000 millones de pesos y en el primero de MALO solo $20,000 millones, equivalente a dos meses de su recaudación perdida. Ciudad Camargo, Tamaulipas, recaudó $9,000 millones y ahora solo $7,000 millones, equivalente a tres meses de recaudación perdida. La aduana del Aeropuerto Internacional de la CDMX recaudó en el 2018 poco más de $58,000 millones de pesos y en el 2019 apenas llegaron a los $57,000 millones de pesos.

Por el estilo están las de Nuevo Laredo, Pantaco, Toluca, Manzanillo, Naco, Coatzacoalcos y Cancún, el promedio de NO recaudación en el primer año de la 4T es de $1,000 millones de pesos menos que el mismo período del gobierno anterior.

Según un informante dentro del círculo cercano a Ahued Bardahuil, más de $30,000 millones de pesos dejaron de recaudarse en las principales aduanas del País, porque el dinero se está fugando por otra llavecita.

Según mi fuente, el problema es que el nuevo titular no le sabe a este giro y están haciendo de él cera y pabilo los que mangonean este descomunal negocio desde los tiempos de Peralta, que sigue manteniendo en sus puestos a incondicionales suyos, que reportan directamente a sus ofi cinas de Gobernación y no pelan para nada a Ahued Bardahuil, que no ha movido un dedo desde su designación y no tiene intención de aprender del tema aduanero como se ha podido observar en sus escasas apariciones en foros de comercio exterior.

Mi informante está seguro de que el mero jefe de las aduanas está más ocupado por hacer campaña para gobernador de Veracruz.

Se está apoyando en un neófi to en materia aduanera y comercio exterior, el Almirante Juan Ramón Alcalá Pignol, quien a pesar de su formación militar no ha podido frenar la entrada ilegal de armas al País.

No tiene comunicación ofi cial con ningún administrador de las aduanas; la ha hecho de mero espectador en su oficina, emitiendo por única ocasión los ofi cios números 800-01-00-00- 2019-400, 401 y 402  del 17 de mayo de 2019, exhortando a todo el personal de Aduanas a que por favor utilicen

las herramientas tecnológicas de que disponen y traten de hacer bien su trabajo.

Hagan de cuenta la versión aduanera de la recomendación de MALO a portarnos todos bien.

Paradójicamente, el Administrador Central de Operación Aduanera -que así se llama su puesto- no le sabe a esas herramientas.

Tal es el caso del proyecto de Integración Tecnológica Aduanera, un polémico proyecto en el que se invirtieron $10 billones de pesos al que la 4T decidió darle continuidad y que apenas se usa en el 3% de las operaciones del País en los cruces comerciales, debido a fallas que aún no ve Patricia Ortega Pardo, Administradora Central de Modernización Aduanera.

Todos los días hay fallas y caídas en los sistemas; el más reciente se dio el pasado 2 de enero, cuando no

se  pudieron maquilar pedimentos en las aduanas desde las seis de la mañana hasta las tres de la tarde y los importadores y exportadores fueron los que detectaron el problema y sufrieron las consecuencias de tener sus embarques en las entradas de las aduanas por casi 30 horas. Y Ahued Bardahuil, de vacaciones. En la Administración Central de Investigación Aduanera, cuya jefa es Teresa Nayelli Zermeño Temores, no da una con las operaciones enviadas a investigación por subvaluación y no parece darle al clavo para saber por dónde se están fugando miles de millones de pesos en las Aduanas.

La Administración Central de Equipamiento e Infraestructura Aduanera, a cargo de Oliver Aguilar Yunes -implicado en el escándalo de empresas dadas de alta en el SAT donde falsifi caron el nombre del presidente López Obrador, y pariente del exgobernador Miguel Angel Yunes Linares- es otra ofi cina que no ha tenido ningún avance en la modernización de los edificios de las aduanas.

La Administración de Atención Aduanera y Asuntos Internacionales al frente de Karina Venizelos Toledo no ha sacado adelante los proyectos aduaneros con Estados Unidos, es más, ni siquiera se emitió nota alguna del capítulo aduanero del T-MEC, mucho menos ha podido atender a los grandes importadores y exportadores que constantemente presentan problemas operativos en las aduanas. Mi informante me dice que la Administración Central de Planeación Aduanera, de donde deberían salir las estrategias recaudatorias, ni siquiera tiene titular.

Y aprovechando este vacío de poder, las aduanas de Tijuana, Tecate y Mexicali siguen siendo controladas por Ricardo Peralta y Jaime Bonilla, quienes reciben las jugosas ganancias de la corrupción que encabezan Viridiana Soria, Juan Dalett, Raymundo Humberto Jiménez Lázaro, el ujier de Alejandro Miramontes y David Pérez Tejada. ¿Será que ya se reparte entre 3 el botín?


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