El sector patronal mexicano mantendrá bajo lupa el rol de los agregados laborales extranjeros, como lo establecerá el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a fin de evitar que su labor caiga en un proceso injerencista, cuando debe ser de cooperación y recomendaciones.
Jesús Padilla, presidente de la Coparmex Ciudad de México, manifestó que nuestro país deberá estar atento para que la presencia de los expertos laborales de Estados Unidos no origine algún tipo de estallamiento laboral, como sucedió a principios de este año en la frontera norte, principalmente Tamaulipas y Chihuahua, porque podrían llevar al borde del cierre de empresas.
Más allá del “descuido” (de los agregados laborales) que ya fue firmado (por el Senado mexicano como parte de las modificaciones al T-MEC), el llamado del sector empresarial es que “tengamos claridad de mantener la soberanía mexicana respecto a los declarados intereses de Estados Unidos en este tema y otros”, refirió el dirigente socio de la Coparmex.
“Tiene que ser un proceso de cooperación e integración regional, ése es el llamado del T-MEC y que nos coloque en competitividad internacional con mejores condiciones laborales para todos los mexicanos, los canadienses y los estadounidenses”, expresó Gabriel Aguirre, presidente del Comité de Estrategia Pública en Coparmex.
El representante de la Coparmex ante el gobierno y el Congreso refirió que en el sector empresarial se encuentra bajo la misma ruta de que “este tipo de agregados tenemos que revisar muy claramente cómo pueden operar, de tal manera que no sea un proceso injerencista sino cooperativo”.
En entrevista, agregó, lo que buscaríamos en el sector empresarial y que a todos nos interesa, incluso al sector obrero, es que la reforma laboral y el T-MEC sean un factor para la competitividad y productividad para el país. Si se trata de un proceso de comunicación, de acompañamiento entre los tres países para que haya mayor libertad sindical y competitividad y mejores condiciones de productividad para la gente, bienvenidos, puede ser un sentido de mayor cooperación.
Pero Gabriel Aguirre advirtió que en ningún sentido un proceso injerencista, que creemos que es ahí donde puede generar problemas internos con los sindicatos y las relaciones laborales, es un elemento que habrá que cuidar de manera clara.
Una vez que sea ratificado por Estados Unidos, sólo se esperaría el modelo de operación del tratado, más laboral que comercial. Por lo que esperamos un proceso de cooperación y que el T-MEC cumpla con las expectativas de crecimiento de la región de Norteamérica, que es un elemento central.
“No se puede ver el tratado como un elemento que pueda beneficiar a un solo país y ni se puede permitir la ruta de los obreros en Estados Unidos a través de este ejercicio que pudiese ser injerencista y genere menores inversiones para México, en sectores importantes”, acotó.
0 Comentarios